Más de 70 millones de personas en todo el mundo viven con diversas formas de disautonomía.

Sin embargo, la mayoría de los pacientes tardan años en ser diagnosticados debido a la falta de concientización entre el público y dentro del gremio médico.

Continúa leyendo para conocer más sobre este trastorno, sus síntomas, condiciones resultantes, causas, tipos y tratamiento.

¿Qué es la disautonomía?

La disautonomía es un término que describe un grupo de trastornos que implican una disfunción del sistema nervioso autónomo (SNA), que controla muchas funciones corporales automáticas, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la digestión y la regulación de la temperatura. Cuando el sistema nervioso autónomo funciona mal, puede provocar una variedad de síntomas, que pueden ser leves o graves y pueden fluctuar en intensidad.

En términos simples, la disautonomía es cuando el sistema que controla las funciones corporales automáticas no funciona correctamente . Esto puede causar síntomas como mareos, desmayos, latidos cardíacos rápidos o lentos, problemas digestivos, dolor intenso y problemas para controlar la temperatura. Es un término amplio para diferentes afecciones que afectan el sistema de "piloto automático" del cuerpo, haciendo que las funciones corporales básicas se sientan desequilibradas.

Es fundamental resaltar que la disautonomía (o cualquier otro problema con el sistema nervioso autónomo, como un nervio vago dañado) generalmente es la causa subyacente de otros problemas de salud importantes.

Síntomas comunes y trastornos resultantes

La disautonomía puede provocar diversos trastornos y síntomas, que pueden variar ampliamente según el tipo y la gravedad, pero que generalmente afectan a las funciones corporales básicas. A continuación, se enumeran algunos de los síntomas y afecciones más comunes:

    • Latidos cardíacos rápidos o irregulares (taquicardia o arritmia)

    • Mareos, especialmente al ponerse de pie (hipotensión ortostática)

    • Episodios de desmayo o casi desmayo (síncope)

    • Fluctuaciones en la presión arterial (alta o baja)

    • Náuseas, hinchazón y saciedad temprana (sensación de saciedad rápida)

    • Estreñimiento o diarrea

    • Dificultades para tragar (disfagia) : la disfunción autonómica puede afectar a los músculos que intervienen en la deglución, lo que provoca una sensación de comida atascada en la garganta o dificultad para tragar. Esto puede aumentar el riesgo de atragantamiento y aspiración (inhalación de comida hacia los pulmones).

    • Gastroparesia : es una afección en la que el estómago se vacía más lentamente de lo normal, lo que provoca síntomas como náuseas, distensión abdominal, sensación de saciedad prematura al comer, vómitos y dolor abdominal. La gastroparesia se produce cuando el nervio vago, que ayuda a controlar los movimientos del estómago, se ve afectado por una disfunción autonómica.

    • Síndrome del intestino irritable (SII) : la disautonomía puede empeorar los síntomas del SII, como dolor abdominal, diarrea o estreñimiento.

    • Dismotilidad esofágica : se produce cuando los músculos del esófago no se contraen o relajan adecuadamente, lo que altera el paso fluido de los alimentos desde la boca hasta el estómago. La disautonomía puede afectar este proceso porque el sistema nervioso autónomo influye directamente en la motilidad esofágica. A continuación, se explica cómo la disautonomía afecta la función esofágica:

      1. Coordinación muscular alterada : el sistema nervioso autónomo controla los músculos del esófago, incluidos los músculos lisos que empujan los alimentos hacia abajo y el esfínter esofágico inferior (EEI), que previene el reflujo ácido. En la disautonomía, las señales nerviosas pueden volverse erráticas o débiles, lo que provoca una mala coordinación de los músculos esofágicos y contracciones incompletas o anormales.

      2. Tránsito esofágico retardado : cuando la disfunción autonómica ralentiza o debilita la peristalsis (las contracciones musculares onduladas que mueven los alimentos), los alimentos pueden permanecer en el esófago durante más tiempo de lo normal. Esto puede provocar síntomas como una sensación de que los alimentos se quedan “atascados”, malestar en el pecho o regurgitación.

      3. Disfunción del esfínter esofágico inferior : la disautonomía puede afectar el esfínter esofágico inferior, el músculo ubicado en la parte inferior del esófago que se abre para permitir que los alimentos ingresen al estómago y se cierra para evitar que el ácido estomacal retroceda. Si el esfínter esofágico inferior no se contrae o relaja correctamente, puede provocar reflujo ácido o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

    • Reflujo ácido y ERGE : la disautonomía puede aumentar el riesgo de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), en la que el ácido del estómago fluye de regreso al esófago. Esto puede provocar síntomas como acidez, dolor en el pecho y, con el tiempo, inflamación esofágica.

    • Hinchazón y gases : la mala motilidad en el estómago y los intestinos puede provocar un exceso de gases e hinchazón, que son quejas comunes entre las personas con disautonomía, especialmente aquellas con afecciones como el síndrome de taquicardia ortostática postural.

    • Las dificultades digestivas causadas por la disautonomía pueden provocar desnutrición, pérdida de peso o deficiencias de nutrientes esenciales debido a una mala absorción o dietas restringidas.

    • Sudoración excesiva o falta de sudoración.

    • Intolerancia al calor o al frío

    • Sensibilidad a la temperatura, sentir demasiado calor o demasiado frío con mayor facilidad

    • Dificultad para respirar

    • Dolor o opresión en el pecho

    • Fatiga crónica y debilidad general.

    • Sentirse extremadamente cansado, incluso después de un esfuerzo menor.

    • Niebla mental (dificultad para concentrarse y problemas de memoria)

    • Dificultad para concentrarse o mantenerse mentalmente alerta

    • Dificultad para orinar o micción frecuente

    • Vaciado incompleto de la vejiga

    • Visión borrosa, especialmente al estar de pie

    • Sensibilidad a la luz

  • La disautonomía puede interferir con los ciclos del sueño, dando lugar a afecciones como insomnio, síndrome de piernas inquietas y apnea del sueño, todas las cuales contribuyen a la fatiga y la mala salud.

  • El estrés físico y mental constante que supone vivir con síntomas de disautonomía puede aumentar el riesgo de sufrir trastornos del estado de ánimo, en particular ansiedad y depresión. Estos trastornos de salud mental pueden surgir como respuesta a las limitaciones físicas y los cambios en el estilo de vida asociados con la disautonomía.

Un cardiólogo o neurólogo con experiencia en disautonomía debería poder determinar si usted tiene este trastorno o no.

Causas

La disautonomía puede deberse a diversas causas, entre ellas predisposición genética, infecciones virales (como la COVID, por ejemplo), enfermedades autoinmunes o traumatismos.

Algunas causas incluyen:

  • Síndrome de Ehlers-Danlos (EDS): algunas personas con este trastorno del tejido conectivo experimentan síntomas de disautonomía, especialmente relacionados con la presión arterial y la frecuencia cardíaca, debido a vasos sanguíneos débiles y otros problemas estructurales.

  • Enfermedades autoinmunes: afecciones como el lupus, el síndrome de Sjögren y la artritis reumatoide pueden causar disfunción autonómica como parte de sus efectos más amplios en el cuerpo.

  • Diabetes: la diabetes a largo plazo puede dañar los nervios autónomos, provocando síntomas como problemas digestivos, problemas con la regulación de la presión arterial y dificultad para detectar niveles bajos de azúcar en sangre.

  • Enfermedad de Parkinson: esta enfermedad neurológica degenerativa puede causar problemas autonómicos como inestabilidad de la presión arterial y dificultad para tragar a medida que la enfermedad progresa.

  • Síndrome de fatiga crónica (SFC)/Encefalomielitis miálgica (EM): las personas con SFC/EM suelen tener síntomas autonómicos, que incluyen mareos, desmayos y problemas de regulación de la presión arterial.

Tipos de disautonomía

  1. Disautonomías primarias:

    Se trata de trastornos en los que la disfunción del sistema nervioso autónomo se produce de forma independiente y no es causada por otra afección subyacente.

    • Características principales : aumento rápido de la frecuencia cardíaca al ponerse de pie, mareos, fatiga e intolerancia al ejercicio.

    • Común en : Mujeres jóvenes, pero puede afectar a todas las edades y géneros.

    • Causa : A menudo idiopática, pero puede desencadenarse por infecciones virales, traumatismos o enfermedades autoinmunes.

    • Subtipos :

      • POTS neuropático : asociado con daño nervioso.

      • POTS hiperadrenérgico : vinculado a la hiperactivación del sistema nervioso simpático.

      • POTS hipovolémico : debido al bajo volumen sanguíneo.

    • Características principales : Desmayo debido a una caída repentina de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

    • Factores desencadenantes : permanecer de pie durante períodos prolongados, estrés emocional o dolor.

    • Pronóstico : A menudo benigno pero puede alterar la vida diaria.

    • Características principales : Degeneración gradual del sistema nervioso autónomo, que provoca síntomas como hipotensión ortostática, retención urinaria y anomalías en la sudoración.

    • Progresión : A diferencia de la atrofia multisistémica (MSA), la FAP no implica deterioro cognitivo o motor significativo.

    • Características principales : Insuficiencia autonómica grave combinada con síntomas motores y cerebelosos, como temblores, rigidez y problemas de equilibrio.

    • Pronóstico : progresivo y a menudo mortal, con síntomas similares a los de la enfermedad de Parkinson.


2. Disautonomías secundarias:

Estos ocurren como resultado de otras condiciones médicas que afectan el sistema nervioso autónomo.

    • Características principales : Daño al SNA debido a un alto nivel de azúcar en sangre prolongado, que conduce a síntomas como gastroparesia, disfunción de la vejiga e inestabilidad de la presión arterial.

    • Prevalencia : Común en pacientes con diabetes de larga evolución.

    • Características principales : Disfunción autonómica causada por enfermedades autoinmunes (p. ej., síndrome de Sjögren, lupus o ganglionopatía autoinmune).

    • Causa : El sistema inmune ataca partes del SNA.

    • Características principales : Disfunción del SNA después de infecciones como COVID-19, el virus de Epstein-Barr o la gripe.

    • Ejemplos : disautonomía prolongada por COVID, que puede manifestarse como síntomas similares al síndrome de taquicardia postural ortostática (POTS).

    • Características principales : Disfunción autonómica junto con síntomas motores como temblores y rigidez.

    • Síntomas comunes : hipotensión ortostática, problemas urinarios y problemas gastrointestinales.

    • Características principales : POTS y problemas gastrointestinales vinculados a defectos del tejido conectivo.

    • Causa : Anormalidades estructurales que afectan la estabilidad del sistema vascular y nervioso.

    • Características principales : Daño a los nervios autónomos debido al consumo crónico de alcohol.

    • Síntomas : problemas de presión arterial, alteraciones de la sudoración y problemas digestivos.


3. Disautonomías familiares o hereditarias:

Se trata de trastornos genéticos raros que afectan al sistema nervioso autónomo.

    • Características principales : Es una enfermedad genética poco común que se observa principalmente en personas de ascendencia judía asquenazí. Los síntomas incluyen dificultad para regular la presión arterial, control deficiente de la temperatura e insensibilidad al dolor.

    • Causa : Mutación en el gen IKBKAP .

    • Pronóstico : A menudo se diagnostica en la infancia y puede provocar complicaciones graves.

    • Características principales : Un grupo de trastornos genéticos que causan daño nervioso progresivo, afectando tanto los nervios sensoriales como los autónomos.

    • Síntomas : Insensibilidad al dolor, fluctuaciones en la presión arterial y anomalías en la sudoración.


4. Otros tipos específicos:

    • Características principales : Una caída significativa de la presión arterial al ponerse de pie, lo que provoca mareos y desmayos.

    • Subtipos :

      • Hipotensión ortostática neurogénica (HNO) : causada por la degeneración del sistema nervioso (p. ej. en el Parkinson o la FAP).

      • Hipotensión ortostática no neurogénica : debida a medicamentos, deshidratación o pérdida de sangre.

    • Características principales : Deterioro de la capacidad para regular la presión arterial en respuesta a cambios de postura o estrés.

    • Síntomas : Fluctuaciones graves de la presión arterial, frecuencia cardíaca acelerada y dolor de cabeza.

    • Características principales : Variaciones repentinas y extremas en las funciones autónomas, como la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

    • Se observa en : traumatismos graves, lesiones cerebrales o crisis autonómica (p. ej., después de una lesión de la médula espinal).

Tratamiento


Ajustes en el estilo de vida:

  • Aumento de la ingesta de líquidos y sal: la deshidratación puede exacerbar los síntomas de disautonomía. Beber más líquidos (al menos 2-3 litros por día) y aumentar la ingesta de sal (bajo supervisión médica) ayuda a mantener el volumen sanguíneo y la presión arterial. Las bebidas ricas en electrolitos (por ejemplo, polvos electrolíticos, bebidas deportivas) pueden ayudar a equilibrar los niveles de sodio y potasio y prevenir la deshidratación.

  • Comidas pequeñas y frecuentes: comer comidas más pequeñas y frecuentes puede ayudar a evitar que la sangre se acumule en el abdomen, lo que puede empeorar los síntomas. Evite las comidas copiosas o las comidas con alto contenido de carbohidratos.

  • Prendas de compresión: Las medias de compresión o fajas abdominales pueden ayudar a evitar que la sangre se acumule en las extremidades inferiores, mejorando la circulación y reduciendo síntomas como mareos o aturdimiento al estar de pie.

  • Eleve la cabecera de la cama: dormir con la cabecera de la cama elevada puede ayudar a prevenir los síntomas relacionados con las fluctuaciones de la presión arterial.

  • Evite cambios repentinos de posición: Levantarse lentamente y evitar cambios rápidos de posición puede ayudar a prevenir episodios de mareos y desmayos.

  • Evite los alimentos desencadenantes: algunas personas con disautonomía experimentan un empeoramiento de los síntomas con determinados alimentos (p. ej., cafeína, alcohol o comidas copiosas). Evitarlos puede ayudar a controlar los síntomas.

Medicamentos:

Se pueden utilizar varios medicamentos para tratar los síntomas de la disautonomía, según el tipo y la gravedad de la afección. Los siguientes medicamentos tienen fines ilustrativos y no deben interpretarse como una guía médica. Utilice siempre medicamentos recetados y supervisados ​​por su médico.

  • Fludrocortisona: Un corticosteroide que ayuda a aumentar el volumen sanguíneo al promover la retención de sodio, lo que puede ayudar a mejorar síntomas como mareos y presión arterial baja.

  • Midodrina: Un medicamento que contrae los vasos sanguíneos para aumentar la presión arterial y reducir los síntomas de hipotensión ortostática (presión arterial baja al ponerse de pie).

  • Betabloqueantes (p. ej., propranolol, metoprolol): a menudo se utilizan en el síndrome de taquicardia ortostática postural para regular la frecuencia cardíaca y la presión arterial al reducir la taquicardia (frecuencia cardíaca anormalmente rápida).

  • Ivabradina: se utiliza en algunos casos de síndrome de taquicardia ortostática postural para disminuir la frecuencia cardíaca sin afectar la presión arterial.

  • Piridostigmina: Un medicamento que puede mejorar el flujo sanguíneo y la función autónoma al ayudar al sistema nervioso a trabajar de manera más efectiva en algunos casos.

  • Antidepresivos (p. ej., ISRS, IRSN): a veces se utilizan dosis bajas de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN) para tratar síntomas relacionados con la disautonomía, como fatiga, ansiedad o intolerancia ortostática.

  • Agonistas de la dopamina: Se pueden utilizar medicamentos como la bromocriptina para estimular el sistema autónomo en ciertos casos.

Si bien no existe cura, los tratamientos se centran en controlar los síntomas. Estos pueden incluir medicamentos para regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca, ajustes en la dieta, fisioterapia y cambios en el estilo de vida, como aumentar la ingesta de sal y líquidos para prevenir la deshidratación.